X / Y sobre el desarraigo
Y: Qué complicado sería crear una obra que refleje tu entorno o alguna vivencia que ha marcado tu existencia.
X: Si lo haces con la intención de crear algo así es evidente que será difícil pues más parecerá que ha sido hecho por encargo que por necesidad y por lo tanto fallido, falso e impuesto con una pretensión alejada del arte.
Y: El eterno discurso de la confrontación del arte personal y el arte comercial.
X: Pues sí, tú has planteado el tema, no yo.
Y: Aunque me refiero a la angustia del creador por acercase en su obra a lo que lo afecta pues somos influenciados por corrientes creadoras externas, reflejos de sociedades distantes a las nuestras y que por una extraña razón las encontramos más cercanas y atractivas de las que son expresadas directamente por nosotros mismos. El lenguaje artístico foráneo lo entendemos más que el de nuestra propia sociedad.
X: Eso se debe a que vivimos en una sociedad híbrida e insípida. Transformadora de todo lo que pasa por aquí. Debajo del suelo citadino no hay más que tuberías y cimientos. Escarba un poco en su historia y sólo hallarás fósiles culturales, música caduca, pintura estática, escultura foránea, arquitectura importada y literatura que adquiere valor cuando refleja todo este proceso de metamorfosis cultural del que la capital se nutre en cada generación. Y no se puede revivir nada de aquello del que nos identificamos sin pecar de revisionistas, si vale el término.
Y: Es decir que es imposible ser auténticamente limeño.
X: Es ya muy usada la idea de que Lima es una mixtura de culturas y adaptaciones a un statuo quo muy potente e influyente, nutrido de clasismo y discriminación. Siempre, lo originario, lo vital será aquello que viene de otras ciudades, de esas mismas sociedades satélites que intentan hacerse de un lugar en una capital que en realidad vive de una estructura social fantasmal pues si das un ligero vistazo a aquello que tanto se publicita y defiende, nadie lo vive. Quizás hace muchos años haya existido familias y guetos que disparaban con su modo de vida a todo lo que le rodeaba, alejándolo, siendo la muestra de lo que se debe aspirar y por ende, no contaminar.
Y: No pretendo que me expliques el asunto de las clases sociales, su movilidad y acerca de la integración social en la capital, yo soy puntual pues qué tanto de uno mismo puede haber en una obra que sólo refleja el yo que se entiende con lo externo o con grupitos que están satisfechos con vivir de aquello que los hace diferentes de ese mundo en transformación que los avasalla.
X: La moda es hablar de la transición, de la metamorfosis de nuestra sociedad, eso vende ya que es una manera de limpiar nuestra conciencia de la real indiferencia que hay ante eso. Se escribe sobre la misma ciudad, sobre experiencias en las zonas andinas, en la selva; se intenta resaltar lo que se hace en todo el país pero es hipócrita, sólo se hace porque está de moda, todos aquellos que pueden expresarse en ese lenguaje son artificiales, creaciones edulcoradas de lo que realmente sucede. Aún carecemos de la capacidad de ser cínicos, en realidad aún existe la indiferencia por lo que le sucede al otro. Lima es así, y no hablo del limeño de pura cepa, si aún hay, sino de todos los que viven en esta ciudad, los que hayan llegado de donde sea.
Y: Entonces lo ideal es ser indiferente…
X: No, eso no lo puedes determinar, simplemente haces lo que te parece y mientras más sensato seas, más calarás en la conciencia entre quienes te escuchan, ven o leen.
Y: ¿Y eso no es lo que hacen ahora?, ¿Qué te hace creer que actualmente esas expresiones que tú dices que son edulcoradas no hacen lo que acabas de decir?
X: No lo sé, es más lo digo por optimismo. La fabricación de la tendencia actual del arte y las letras la veo como algo construido adrede; pero si es el reflejo consciente y sincero de los literatos y artistas no me queda otra que diagnosticar que estamos rodeados de incapaces e imbéciles.
Y: No seas tan duro.
X: Mira, lo sorprendente es que más pasión e interés se puede ver en lo que se ha creado en las afueras de Lima. Puedes encontrar delirio en los conciertos de música de la llamada balada andina o en las películas con poco financiamiento que se hacen en Ayacucho. Sin embargo, aquí con toda la tecnología, los medios y la técnica no despiertan más que el interés, con suerte, de algunos distraídos jueces extranjeros.
Y: Por eso estamos esperando el valor que se de en otros países.
X: Eso creo, me pregunto: ¿Por qué algo no es valorado en nuestro país, y en otro sí se le da reconocimiento?, ¿Es porque somos mezquinos?, ¿No tenemos capacidad de ver lo bueno?.
Y: Yo siempre creí eso, asumo que hay mucha envidia en nuestro medio, un deseo que otro no resalte antes que nosotros, así tengamos la certeza que nosotros nunca tendremos ese reconocimiento. Tirar al mar la última lata de atún para que todos muramos de inanición.
X: Eso también sucede y agregaría que lo más enfermizo es que no cala estas obras en nuestra sociedad, la limeña, la más influyente en el país, porque no nos dice absolutamente nada. No afecta nuestra sensibilidad, las vemos, escuchamos o leemos y se nos presenta insípida.
Y: Entonces por qué es que en otros países se les da relevancia…
X: Ahhh, repito, es que son distraídos. No saben lo que pasa en nuestro país y viene el primero que les lleva el chisme de una forma artística y lo premian por darles la primicia, así sea su versión prejuiciosa, maniqueísta, discriminadora y mal informada. De eso nos damos cuenta nosotros pero los de afuera no. Ellos les dan un reconocimiento, regresan y quieren que los tratemos como celebridades cuando en realidad todos nosotros no sabemos por qué.
Y: Por eso es que el artista se ve obligado a contar lo que pase en nuestra sociedad así no le importe, ya que sabe que quizás eso lo ayude a tener algo de notoriedad. Es decir que aquellos que intentan reflejar una sociedad de la que no conocen porque no le importa en el fondo son unos chismosos.
X: Así es, lo triste es que no podemos entender eso con claridad, en una sociedad de las apariencias más le damos importancia a aquello de lo que todos hablan que a aquello que nos puede conectar con nosotros mismos y con lo que vivimos. Tenemos inoculados el virus de la indiferencia pero nos negamos a aceptarlo porque creemos que todos tenemos el compromiso de ser un todo y no ser alguien.
Y: Asumo que crees que nuestro arte y literatura está en una etapa primaria.
X: Peor, estamos retrocediendo, nos estamos dejando llevar por el espectáculo, por lo que puede ser alumbrado por las marquesinas. En el fondo creemos que el arte y la literatura es una profesión y no es así, es sólo un oficio, una manera de expresar lo que uno siente. Si uno desea hacer de su arte una profesión entonces debió estudiar para abogado o ser comerciante.
Y: Deduzco de lo que has dicho que el primer paso para poder expresar lo auténtico es el cinismo, reírse de aquello que ahora todos respetan.
X: Como te digo, no es una intención, eso uno no se propone, si eres un cínico quizás puedas ser auténtico, ser más libre con tu arte y por lo tanto más leal con lo que este es. Si no lo eres entonces matricúlate en la universidad o pon tu puesto de verduras y si tienes para un pasaje aéreo, ándate a Nueva York.
Y: O desarraigarse en la contemplación estética, la desinteresada o la compasiva; o el no deseo, como decía el malo de Shopenhauer.
X: A releerlo entonces.