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X e Y sobre los Sueños y las Pesadillas

Publicado: 2012-10-24

Y: Creo que se subestiman los sueños.

X: ¿Subestimar?

Y: Sí, porque los degradan a estar en un nivel inferior al pensamiento, se les atribuyen significados que podrían estar equivocados. Y lo repito, se les subestiman pues en parte los  tomamos como algo que no debería afectarnos y que mejor es no recordarlos.

X: Por siglos se ha intentado descifrarlos, le hemos dado significados premonitorios, psicoanalíticos, celestiales, etc. No creo que sea subestimarlos sino hasta me atrevería a decir, sobreestimarlos…

Y: Aquí sería preciso que aclare una cuestión, yo menciono subestimar porque los colocamos a un nivel inferior a la realidad.  Y aunque suene absurdo, en los sueños no hablamos de la realidad, sino al revés, el ser humano que sueña no le interesa  el mundo fáctico, sino lo reinterpreta, juega con la lógica y las leyes de la física, fantasea,  construye un paisaje totalmente ajeno a lo aprendido por la experiencia.

X: Pero eso es  parte de lo que te quiero decir, qué importancia podría tener en nuestra vida algo sucedido en el inconsciente, hasta podría ser un efecto reflejo de nuestro organismo, si el corazón podría pensar, o el páncreas, qué cosa veríamos a consecuencia de su funcionamiento mientras dormimos, hasta lo dijo Pessoa que si el corazón pudiera pensar, este se detendría. El cerebro es el centro receptor de  nuestros sentidos, por ende es comprensible que podamos percibir su funcionamiento caótico cuando nuestra razón descansa. Interpretar lo que sucede en el organismo es como descifrar un significado trascendental en los flujos sanguíneos o en el esputo.

Y: Ojo, yo no pretendo decir que los sueños den algo más de lo que se percibe. Sino que se le degrada, estamos tan acostumbrados a vivir en esta realidad que todo aquello que no puede ser visto por todos no merece la pena considerarlo como parte de la vida. Paradójicamente nos hablan de “seguir nuestros  sueños” cuando se busca motivarnos pero mantenernos en ellos es insensato, pues critican el idealismo, aquello generado en la supuesta sinrazón.

X: Aquí si vamos en direcciones diferentes, ¿me parece que planteas que el sueño tiene un valor  en sí mismo?, si es así entonces no lo podemos comparar, y más que reclamar, tú la subestimación y yo la sobrestimación, sería valorarla por sí misma. En eso podemos estar de acuerdo, te diré mi posición no con respecto al sueño sino a lo que llamamos pesadillas. Para mí estas son sumamente interesantes; en ella sufrimos emociones inexplicables, vivimos lo que imaginamos involuntariamente sin tener el control de lo que hemos generado, eso ni una novela o un cuento escrito lo puede hacer, en ellas perdemos la seguridad de nuestra integridad “física” y estamos expuestos absolutamente al peligro, hemos muerto varias veces en ellas;  vértigo, dolor, risa, hambre han sido sentidos en grados extremos. Al final, nos libera de un mundo real de tedio, podemos emanciparnos del letargo por algo que nosotros hemos producido y qué importa si es el mensaje de un ser celestial o el temor infantil por un padre cruel o por el abandono maternal. Es simplemente un periodo intermitente de la vida, algo que merece la pena “vivirla” y no considerar al sueño como un periodo inactivo del ser humano sino como una experiencia que tiene sus repercusiones en nuestro actuar del mundo físico y no al revés. Yo creo que si tomamos en serio de que el ser humano vive dos realidades intrascendentemente conexas, aprovecharemos la libertad que nos da el sueño y su hijo maléfico, la pesadilla.

Y: Creo que ahí está el punto, esa independencia de la razón es la que se debe comprender y no indagar más pues como dices es la única oportunidad donde podemos vivir tragedias tantas veces y no nos mata, sentir el hambre espantoso sin perecer de inanición, vivir el abandono sin terminar aborreciendo la felicidad. El que despertemos diciendo como consuelo “esto es sólo un sueño” es sólo eso, un consuelo para el hombre vivo que no puede soportar lo que el sueño le da, el hombre que duerme es quizás más fuerte y poderoso que el que está 16 horas en la vigilia.


Escrito por

Carlos E. Luján Andrade

Carlos E. Luján Andrade (1978) autor de El Comedio del Breñal (Mesa Redonda) y del poemario Soundtrack / Miles de Misiles, entre otros.


Publicado en

Diálogos de EquiseY

Diálogos sobre temas trascendentes por intrascendentes