X e Y y Z sobre la tauromaquia
Y: No comprendo, es casi inaudito que existan gente así.
X: ¿A qué te refieres?
Y: A las personas que defienden las corridas de toros, sus argumentos son deleznables, cómo es posible que gente educada siga diciendo que los toros de lidia están genéticamente predispuestos para ser muertos en un ruedo, desangrados. Incomprensible.
X: Tengo una hipótesis, que los individuos que defienden las corridas de toros, las peleas de gallos o el maltrato en general de los animales, de niños nunca vieron suficientes capítulos de los Looney Toons (léase Bugs Bunny o el Pato Lucas) o simplemente sintieron que algunas mascotas o animales de granja fueron tratados mejor que a ellos.
Y: ¿Hablas en serio?
X: Sí, o quizás sus padres, amigos, les dijeron que estaba bien que los seres humanos demuestren su poderío de esa forma, que son débiles los que sienten pena ante esas situaciones y aceptaron ese argumento y nunca se lo cuestionan, como la idea de ser macho o ser una mujer “correcta”. Su mente está llena de estereotipos o peor, tienen una psicopatía no detectada, encontrar placer al ver a un animal sufrir como que no es muy sano.
Z: En mi opinión, si bien considero que la tauromaquia es una afición violenta, sostener que todos aquellos que disfrutan, asisten y defienden dicho espectáculo son individuos miserables o insensibles, carece de fundamento. En primer lugar, porque no se me ocurriría que autores como Hemingway (En Fiesta, Muerte en la Tarde), Bataille (Historia del ojo), Malcom Lowry (Bajo el volcán), directores como John Huston y Billy Wilder lo fueran, porque son consabidos los valores y reivindicaciones que hicieron sobre valores humanos que nos dignifica como seres humanos. Federico García Lorca incluso proclamó la tauromaquia como el "arte más culto del mundo".
Y: Pero eso fue hace buen tiempo…
Z: Déjame continuar. En segundo lugar, si es verdad que queremos terminar con el sufrimiento de los animales, habría que hacerlo de una forma definitiva, suprimiendo camales y otros lugares donde se tortura y da muerte a los animales para nuestro consumo. Tampoco hay que olvidar que Hitler promulgó la primera Ley contra el maltrato animal, amaba a su perro (mucho más que a los judíos), no fumaba, era amoroso con los niños.
Por último, un escritor pacífico y anti-violencia como J.M. Coetzee escribió un libro sobre Elizabeth Costello, donde la novelista australiana reflexiona lo siguiente: "Matemos a la bestia a toda costa, dicen; pero hagamos de ello una contienda, un ritual, y honremos a nuestro antagonista por su fuerza y bravura. Comámonoslo también, tras haberlo vencido, para que su fuerza y su coraje nos penetren. Mirémosle a los ojos antes de matarlo, y démosle luego las gracias. Cantemos canciones sobre él. (...) A esto podemos llamarlo primitivismo. Es fácil criticar esta actitud, burlarse de ella. (...) Pero, hechas las sumas y las restas, desde el punto de vista ético hay en ella algo atractivo".
Personalmente, dicha afición nos ha regalado pasajes literarios y películas inolvidables, desde el Yawar Fiesta de Arguedas hasta las películas andaluzas de Orson Welles.
X: Comprendo dicha posición pero mencionas personajes de comienzos del siglo XX, que expusieron dichas ideas cuando las investigaciones sobre el comportamiento animal no se encontraban muy desarrolladas. En ese entonces todavía se ignoraban detalles sobre el comportamiento animal como el que sufren de estrés y tienen alteraciones emocionales ante situaciones violentas (miedo, desesperación, el toro hace sonidos llamando a su manada).
Recuerdo haber leído un artículo de defensa de las corridas de toros donde el articulista aducía que la pérdida de la idea de jerarquía, de la noción de orden del mundo (el hombre sobre el animal) hace que ya no se vea la corrida de toros tal como fue concebida.
Los tiempos cambian, Aristóteles defendía la esclavitud porque tenía un concepto sobre el ser humanos que ahora ya son un disparate. En estos tiempos defender la esclavitud porque Aristóteles lo hizo sería un acto anacrónico e irracional.
Y: Es una cuestión de sensibilidad, justificar con rituales, estética o lo que sea es cruel, dar una vida por una idea se parece mucho a lo que se dice de las guerras.
X: No cuestiono el origen de la corrida de toros, el fervor que se tuvo pudo haber estado bien fundamentado como lo estuvo la esclavitud hace más de dos mil años, pero ahora que ya se conocen detalles sobre los padecimientos de los animales, sería insensato decir sensible a un individuo que conociendo eso les siga agradando las corridas de toros. No dudo que de conocer lo que se sabe hoy de los animales, tanto García Lorca o Hemingway dejarían de estar a favor del sufrimiento de un animal.
Y sí, Hitler era un hombre sensible, un artista, un soñador pero un racista, él creía que los judíos eran peor que los animales, unos parias. La sensibilidad se sostiene sobre creencias culturales basadas en tradiciones.
Y: Ese argumento de no matar reses es muy vegano, no es la idea de matar animales, sino de cómo lo hacen, en países desarrollados se han encontrado maneras de sacrificar a las reses de una forma "humanitaria".
X: Eso es cierto, el tema del consumo es diferente, se basa en la misma idea del soldado que muere por su país, el animal que será devorado por el hombre cumple una función: el hacer subsistir al ser humano, las corridas de toro son un divertimento que actualmente carece de sentido.
Z: No son argumentos tan viejos, Coetzee está vivo, y nadie discutirá que Fiesta o Historia del Ojo de los aludidos sean libros de cabecera de cualquier facultad de cultura contemporánea. Por otra parte, tampoco nadie le preguntaría a un animal si sufre, y creo que cada día desaparecen muchas especies de animales. Además, mis opiniones estaban dirigidas a la hipótesis que propusiste, no a la defensa de la tauromaquia, que me parece respetable, como jugar trompo o ludo.
X: Aunque los libros que mencionas son de literatura y no de ética. Pero es un juego que involucra la vida y el sufrimiento de un animal, creo que eso debería ser suficiente... y si cualquier otro argumento no es aceptado, la compasión debería de ser aplicada porque esta nos hace humanos al fin y al cabo. La Convención de Ginebra la institucionalizó en el caso de las guerras, con el concepto final de proteger al indefenso y en este caso, el animal es el indefenso.
Z: Es que me centro en los individuos que le encuentran un significado a este rito, porque al fin y al cabo lo es, ¿cuestionarías a una tribu de sacrificar niños o mujeres?, bajo nuestras ideas, es algo abominable, pero para ellos tiene un gran significado, más aún, los que darán sus vidas están orgullosos de ello, como los gladiadores romanos que le decían al César: “Los que vamos a morir, te saludamos.” Para alguien así, le explicas todas las ideas sobre la vida, los derechos humanos, la dignidad y no lo entienden; en realidad para ellos es digno morir así. Quizás para los aficionados a la tauromaquia que una res muera entre aplausos es más digno que morir en un frío camal.
X: Pero es un pensamiento retrógrado, se puede aceptar de personas que son parte de una cultura que carece de la información que ahora tenemos, persistir en ello nos vuelve ciegos a la naturaleza humana, no podemos justificar el impulso; la civilización ha crecido gracias al dominio de este. Alguno defienden esta práctica con nuestro derecho a la libertad, pero todos los seres también la tienen.
Y: En mi caso me dejo llevar por el sentido común, pagar por ver a un ser sufrir, es irracional, cruel. Hasta diría que toda justificación estética o moral es simplemente disfrazar la crueldad, el sadismo, una manera desesperada del enfermo mental por justificar su locura.
Z: Siempre existiremos personas en los extremos, al final a todos nos llegará la hora, los que vemos la tauromaquia como un rito con significado hemos mantenido durante muchos años esta idea vigente, llegará el momento en que la civilización cambie de sentido y desaparezca esta manera de pensar.
X: O quizás empeoremos.