X e Y sobre lo qué es ser caviar
Y: ¿Qué es ser “caviar”?
X: ¿No es una comida costosa en base a los huevos del pescado?
Y: No, es un término que la gente usa como adjetivo, aun no entiendo el sentido de esa frase.
X: Ahh, sí, parece que es un calificativo hacia las personas que luchan por las necesidades del pueblo teniendo ellos mismos una condición de vida mejor que la media. Es una forma de calificar su interés por ayudar al más pobre de hipócrita.
Y: ¿Y un rico no puede ayudar a un pobre?
X: Al parecer no está bien visto.
Y: Entonces, sólo un pobre debe ayudar a un pobre.
X: Sería lo más adecuado, aunque te pueden tildar de resentido social.
Y: Sigo sin entender, entonces no se puede ayudar a nadie.
X: Claro que se puede, ten en cuenta que la crítica proviene de quienes en realidad no quieren que ayudes a nadie porque ellos no quieren hacerlo. Los que califican de caviar, en este caso, son los de derecha, personas que se sienten traicionadas por los que consideraban sus aliados en que las cosas se mantengan como están. Para los amantes del libre mercado.
Y: Es una mezquindad…
X: No, sino que para dichas personas más importante es la sinceridad, la consecuencia en las ideas. Algunos de los calificados de caviares tienen empresas privadas, sirviéndose del sistema que critican. Le deben su holgura económica a la realidad que aborrecen. De ahí parte la indignación de quienes los critican. En cambio, ellos se consideran “puros”, es decir, se enriquecen con el sistema, creen en el libre mercado que les permite tener el nivel de vida que poseen y por lo tanto lo defienden.
Y: Es el egoísmo en su mayor expresión, eso sí es ser el perro hortelano ya que si no ayudo, tú no ayudes. Tampoco estoy de acuerdo con la gente doble cara que dice ser quien no es, pero si al menos ayuda a alguien, pues que lo siga haciendo.
X: También es una lucha de poder, impedir que la forma de vida de los neoliberales no sea vista como inmoral. Defienden su posición porque en ella sostiene todas sus creencias, si le quitas eso, no les queda nada. En sí, todos los debates se parecen, cada uno lucha por la verdad que más le conviene.
Y: Pero al calificar a un sector con un adjetivo despectivo cierras el diálogo a cualquier consenso.
X: A esas alturas de un debate – cuando te colocan calificativos- ya no se busca el diálogo, sino imponer su razón. Es como una discusión, cuando ya se llega a los golpes, no interesan los argumentos, lo que se busca es dar el golpe más certero para noquear al otro.
Y: Pareciera que determinados argumentos necesitara luchadores, soldados.
X: Es cierto, el soldado no duda, obedece y en este caso, a sus máximas, a sus doctrinas que defienden. Los neoliberales tomarán por dios a Adam Smith, John Locke o Ludwig Von Mises y del otro lado se defenderá a Marx y Engels. Ellos son la Biblia, sus textos, verdades eternas.
Y: No es extraño que defiendan religiosamente ideas que deben ser aplicadas a la sociedad y como sabemos por la Sociología o la Ciencia Política, su materia de estudio es un “objeto” cambiante, entonces ¿cómo crear máximas cuando la realidad se modifica casi instantáneamente? Porque esas ideologías no son mandamientos, son elaborados postulados que afectan directamente a una sociedad entera. La Ciencia sólo tiene leyes absolutas y ni eso, con la física cuántica ya vemos más allá de lo observable.
X: Hay una idolatría, son iconoclastas del pensamiento. Adoran su pensamiento como si fueran figuras de yeso.
Y: Pero y el ¿Fin del Mundo…?
X: Lo que sucede es que el capitalismo impera, cuando se habla de números, cualquier ideología sale sobrando. El pobre es el socialista porque cree que nunca tendrá la oportunidad de tener lo que el capitalista posee pero en el fondo lo piensa: “seré socialista hasta que sea capitalista”. Por eso vemos que hasta mediados del siglo XX los embajadores o funcionarios enviados al extranjero eran intelectuales, intérpretes de las ideologías, que podían explicarlas mucho mejor; ahora ya no son necesarios, más bien envían a técnicos en economía, aquél que puede explicar a las partes cuánto pueden ganar con un acuerdo. Los números convencen a cualquiera porque, repito, el sistema es capitalista.
Y: Es un tema moral más no ideológico, parece que no hay consecuencia porque también el capitalista podrá transar con el socialista si hay una ganancia.
X: Sí, sin embargo agregaría que no es cómo obtienes el bienestar, sino qué es lo que haces con él. El capitalista se considera un superhombre, donde asume que lo que ha conseguido es por su propio esfuerzo y los demás son seres circunstanciales entre lo que era y lo que es. No es raro encontrarlos violando normas laborales y evadiendo al fisco. El crítico a esa forma de pensar es menos egocéntrico, comparte y no porque crea que es una limosna, sino porque en realidad le da un valor a los que contribuyen a la riqueza de una nación. Eso ya lo han dicho los socialistas tantas veces y reinterpretado a su manera tantas veces más, como el evangelio.
Y: Aunque también ese disfraz del bienestar social ha sido mal usado, manipulado para concentrar el poder en un individuo.
X: Ahí encontramos un punto del que se aferran quienes los critican.
Y: Pero todos son extremos ¿Y los puntos medios? ¿La socialdemocracia?, por ejemplo.
X: Son los puntos medios que no resisten los embates de los extremos, son aquellos que quieren detener una gresca, repitiendo el ejemplo anterior, y si separas al neoliberal, el socialista te dirá que estás del lado del otro y viceversa. Comodín, como el que no quiere quedar mal con nadie.
Y: Son religiosos, una guerra santa que casi nos lleva a la tercera guerra mundial.
X: Hoy es distinto, el poder lo tiene el mercado, creo que ya nadie duda de su importancia actual. Sino qué se hace con lo que se gana, se busca obtener más ganancia o se reparte. ¿Qué dirías si supieras que tengo mucho dinero y decido invertirlo para obtener más ganancia y no invitarte un pan con butifarra?
Y: Pues nada si tengo con qué comprarme el mío.
X: Ahí está pues.
Escrito por
Carlos E. Luján Andrade (1978) autor de El Comedio del Breñal (Mesa Redonda) y del poemario Soundtrack / Miles de Misiles, entre otros.
Publicado en
Diálogos sobre temas trascendentes por intrascendentes